Fuimos acompañados, esta vez, de mexicanos locales, que siempre es una garantía de éxito.
En este caso, lo fue, de forma segura.
Vamos con ello.

Yo, de plato principal, me pedí un poco de atún rojo, sólo marcado. Después de explicar un buen rato que "un poco", que yo sólo quería el atún marcado, creo que conseguí lo que quería porque fue justo eso lo que me trajeron. Pero costó. Costó. Ya me dí cuenta que aquí, el punto de pasar cualquier cosa a la parrilla o a la brasa es muy superior a España, por ejemplo.
De caer redondo al suelo.Literalmente.
Desde luego, es un restaurante que no es barato, pero es para tener muy en cuenta en una visita a DF. Unos jardines interiores como sólo se puede disfrutar en América, y un servicio fuera de toda duda.
Probé por fin la cerveza Victoria, muy buena. Quizá haciendo un poco sombra con la negra Modelo, y la Indio. Pero vamos, en ningún caso, ninguna entra dentro del grupo de cervezas con cuerpo. Vamos, una Voll-Damm tiene más cuerpo que cualquiera de estas.
De todas formas, es bastante agradable el amargo de la cerveza con los platos de multi-sabores de México. El vino cuaja peor.
Volviendo al restaurante, sin duda, algo por lo que vale la pena hacer una búsqueda si se está en DF
Ah, hay cuatro. Fuimos al de San Ángel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario