Con la caravana ya enganchada y esperando ansiosos en el cole, salimos rumbo a la M50 y de ahí a la A5, para hacer los más de 260 km que nos separaban del camping. Y primera parada. A hacer gas-oil y pis...
:(
Entrar en la gasolinera con 10 metros y operación salida. 6 millones de desplazamientos...
Y meterse en los surtidores, con casi 10 metros de longitud no es tarea fácil. Pero lo hicimos. E hicimos pis.
Y salimos, y los espejos se aflojaron. Son una auténtica basurilla. Se aflojan. Los apreté. Y salimos. Y en la siguiente parada, tuvimos que parar otra vez a apretarlos...
Y otra vez más. Y a este plan no llegamos y eso de las tensiones.
All of this tension waiting for release
Oh God almighty take me please
I've never been so lonely
Can't you see?
I've been down for so long
Please, please
Oh I just need someone
Can't you see?
Oh you should've stayed with me
Oh you should've stayed with me
I've never been so lonely
Can't you see?
I've been down for so long
Please, please
Oh I just need someone
Can't you see?
Oh you should've stayed with me
Oh you should've stayed with me
https://www.dropbox.com/s/7tmtmwbu8u00wal/06%20-%20Sisters%20of%20Mercy.mp3?dl=0
Finalmente, dimos con la opción necesaria (colocarlos muy hacia la carrocería) para que no diesen más problemas. Ahora bien, ver, ver...no se ve nada de nada.
Poco a poco fuimos soltando las tensiones y acabamos a 105 km/h de marcador (99 de gps) que hacen que el coche vaya confortable (1950 rpm en 6ª) y que pueda subir casi casi cualquier cuesta.
La caravana iba perfecta, cargada con toda la intendencia, comida, menaje y ropa de cama. Esta vez, salimos con la ropa en maletas, por las prisas.
Llegamos al camping sin mayores contratiempos, a eso de las 18 horas. Hicimos una cena de embutidos y demás viandas, y nos fuimos a dormir. Primera diferencia con la tienda. Dormir en caravana, con cama de verdad...es otra historia por completo.
Creo que las mayores ideas sobre la ventaja son:
1. El dormir en cama
2. La nevera que realmente enfría de verdad

4. El porche y el toldo, que te permiten cenas y sobre-cenas muy agradables
Me costó nivelarla, básicamente, porque la zona tenía desnivel en el plano X e Y...simultáneamente, con lo que es bastante complicado de equilibrar. Al final, después de 2-3 intentos quedó medianamente ok, pero hay que incluir un nivel en el kit.
Tras 4 días de camping, lo único que echamos de menos de verdad (yo)...fue...¡la cafetera! Lo cual dice mucho del nivel de preparación. Una regadera, para portar agua limpia, no vendrá mal tampoco.
El viernes, 1 de mayo, nos fuimos por la zona de las buitreras, con el coche. Fuimos hasta Villareal de San Carlos, en donde hay un centro de recepción de turistas, y un centro de interpretación, que vimos con todo detalle. Luego nos echamos 1 cortado en el bar del pueblo, y nos fuimos (hoy en coche, mañana patear) a ver buitres. Seguimos la carretera, y luego llegamos al Salto del Gitano, en donde aparcamos in-extremis no me quiero imaginar lo que debe ser ésto en agosto...y pudimos ver un montón de buitres leonados, y águilas reales. Un auténtico espectáculo,...sólo comparable con ver las ópticas de los aficionados a la fotografía que había por allí. Algo fuera de lo común.

El sábado, nos levantamos con ganas de patear. Y si nos hubiésemos levantado sin ellas, lo hubiéramos pateado igualmente. Primero, antes de Villareal, recorrimos en coche, la carretera, con más miradores y el paso del embalse, que nos permitió ver incluso algún buitre negro a lo lejos. Son realmente muy majestuosos.
Luego dejamos el coche en Villareal otra vez, y nos echamos a andar. Ruta amarilla, que por sencilla, se nos hacía buena para empezar. 7.6 km teóricos, y nos fuimos hasta la fuente de los tres caños, en donde nos apretamos un bocata de atún con pimientos (dice marteschés que faltó la cebolla bien picadita y yo no puedo estar más de acuerdo) y otro de lomo con queso, que los devoradores de proteínas hicieron trizas en segundos.
Hacía un re-sol y una humedad bastante desagradables, que se juntó con el hecho de que no hubiese casi una sombra en todo el camino, con lo que al final, se hizo (no sólo literalmente) la vuelta un poco cuesta arriba. Con el consabido recalentamiento, el coche marcaba 36ºC, así que no mucha, pero alguna caló sí que había. No nos acompañó La Fuerza...pero llegamos.
Al camping. Unos helados para restaurar el cuerpo y el alma. Y la cena, que hicimos con el CampinGaz perfectamente. Creo que la botella está llegando a su fin, y pronto tendremos que renovarla. Pero por ahora, nos hizo un buen trabajo.

El porche, con la luz...¡una maravilla! Me faltó un café y un orujito. Algo, obviamente, solucionable en la próxima ocasión.
En el camping, nos pidieron que desalojásemos el domingo antes de las 12, si podía ser, porque venía un grupo (así, un grupo de holandeses en el medio de mayo...sin festivos ni nada; A ver pájaros). Y dejamos la caravana en el parking del camping y nos fuimos a ver El Casar de Cáceres, lugar en donde se fabrican los archiconocidos quesos, que compramos no sin cierta urgencia.
Y ¿dónde comer? Pues en Casa Claudio, que es el mejor de por aquí y además fue una inmensa grata sorpresa. ¡Lo mejor! Unas cuantas raciones pedimos, y fue maravilloso. Un poco de jamón ibérico con pan cristal, un salmorejo, un secreto ibérico, unos tacos de pollo (preciosos) todo muy bien presentado y con cierto toque de modernidad y buena cocina. Una auténtica delicia y buen hacer. Y el precio muy moderado. Un auténtico descubrimiento en mi opinión.

¿Resultado de la compra? No se puede pedir más. El camping mola, pero el caravaning mola mucho más. Lástima no haberla comprado antes.
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