De todas formas, es toda una experiencia a descubrir.
De lo primero que se habla, es de que el éxito de cualquier psicoterapia, en modo objetivo, no depende del terapeuta, sino, paradójicamente, de la capacidad del paciente de hablar de su interior.

Parte de un concepto muy difuso, la sensación-sentida, que luego, posteriormente, se explica de forma mucho más didáctica en el libro. Se habla de lo que es, de lo que no es, de cómo encontrarlas, de cómo identificarlas, de cómo actuar ante ellas, de cómo actuar si no se encuentran, de cómo ayudar a otro a encontrarlas.
En definitiva, a lo tonto a lo tonto, un libro muy recomendable, espeso como las teorías de Kant, pero de lectura amena, para mentes inquietas.