Vamos a ello. Situación:
Comida "de departamento", sin mayores pretensiones, un jueves cualquiera, 10 personas en la mesa. Nadie sin estudios universitarios, edades entre veinti-muchos y cuarentaytantos. Oh, dios, sí era el mayor, [creo].
Ambiente claramente...demócratacristiano, liberal, ultracentro, ultraliberal...no se. Para echarse a leer el twitter, por lo general, pero absorto yo en mis acelgas con beicon, oí la frase:
-- ¡¡Que los dejen en la cárcel!!
Ella comentó su diatriba. Iba sobre la Parot, claramente. Su racional, era que si el violador de turno (de esos que la caverna ahora no deja de perseguir para demostrarle a Rajoy que es un nímio, (no por ello, sino por dejar a los etarras, realmente) y --de paso--asustar a las madres de adolescentes), no estaba rehabilitado, entonces [el juez ¿?¿?, el gobierno ¿?¿?], lo que tenían que hacer era dejarlos en la cárcel.
No lo pude evitar, claro. Se me cayó el tenedor de la mano, con todas las acelgas (¿a qué saben las acelgas? eso es otro post...) por el plato.
Pensé que no se iba a enrocar en la postura, que era un calentón sin pensar mucho, pero no, siguió con el "argumento", pese a que, se quedó en un minuto, sola en sus razonamientos. Razonamientos.
Y que eso, precisamente, es lo que nos separa de países como Venezuela o Somalia.
Pero más allá de la situación me quedé en cómo ella podía haber llegado a aquel razonamiento. Con su carrera, su máster, su experiencia profesional en sus consultoras internacionales, sus viajes al extranjero, sus libros leídos, su poso cultural. ¿¿¿¡¡Cómo!!??? ¿Cómo se estaba produciendo aquello? Me salió una mezcla de tres factores. Probablemente me equivoque, pero no encontré otros.
1. No reflexionar a diario sobre la realidad que nos rodea. Eso pasa mucho. La gente no se preocupa de tener una opinión, con lo que cuando un tema sale, simplemente, vomitan lo que les sale de las vísceras. Suele ser equivocado. O leen la prensa por los editoriales, para que les den la opinión hecha.
2. Muy relacionado con lo anterior...sólo leer un tipo de prensa. Generalmente, generalista y generalmente, opinada, sesgada. Ello no es malo en sí, sólo lo es, si no se pone el debido contrapunto por el otro lado del arco ideológico. Yo personalmente, prefiero ser más exquisito con la información.
3. Ser un indocumentado en lo básico de nuestro estado. Cierto es que en nuestros tiempos no había educación para la ciudadanía (Oh wait, ahora otra vez tampoco, que el Vader se la ha cargado), pero sólo con la conciencia cultural que te ofrece el "estar atento" al mundo que te rodea, te permite saber que la separación de los tres poderes del estado es la base que vertebra nuestra Constitución, la que hoy tan poco generosamente celebramos, y saber también las leyes deben ser justas para, incluso los que no nos caen bien, y los que pensamos que son un peligro para nosotros (y --quizá-- nuestra sociedad).
Y con esto, imbrico con lo que decía el tertuliano en RNE. Argumentaba que se había quedado absorto en la proclama intelectual de alguien muy cercano a él, que databa también con una cierta cultura preadquirida (universitario), en el que argumentaba que la aplicación de la Parot, se debe a una debilidad del gobierno, acostumbrado a no meterse en ningún charco. Nota: Sinceramente, pese a la pobreza en el razonamiento de fondo, me parece algo más elaborado que el de mi contertulia.
Decididamente, tengo que hacer un post sobre el punto 2. Sale solo. Y mientras tanto, a no callar. A no dejar derivar el devenir del mundo que ofrecemos a nuestros hijos.