Continuamos camino hasta Estaca de Bares. Sin pretensiones, sin prisa. Pasamos a modo autocaravanero, no tantos campings como hasta ahora.
Punto1. Hicimos GLP y seguimos camino. Paramos en Foz, en su enorme área de autocaravanas sin saber muy bien qué hacer. Fuimos a comer a O Tangarte, que tiene unas excelentes calificaciones en todas partes. Sin duda un acierto. Comimos de todo y muy bien, y es que, recordad, ya estamos en Galicia, y aquí se come bien en todas partes.
Decidimos seguir camino. Y llegamos a Estaca de Bares, en donde hay un parking de autocaravanas. Eran ya las 18 así que decidimos quedarnos aquí a dormir. Hacía buen día y sin viento, así que nos fuimos hasta la punta, más allá del faro a ver ponerse el sol. Muy bonito todo. Por supuesto, con chaqueta y buff.
Han montado un área privada en Valdoviño, pero está en la zona superior del pueblo, lejos del mar. Fuimos hasta allí a cambiar las aguas (éramos 4 y llevábamos 2 días sin mover) y por 3 euros pudimos hacerlo todo sin problemas. Cosa de 15 minutos y volvimos al sitio a echar un día más.
Luego, el día 16, nos movimos siguiendo la costa. Y sin quererlo, siguiendo el cauce del viaje del año anterior. La verdad es que nos movíamos sin rumbo fijo ni objetivo.
Pero todo muy bien. LLovió en algunas partes del viaje, alrededor de Vimianzo. Antes paramos de nuevo a cambiar las aguas ¡¡en el parque de bomberos de Narón!! Impresionante que haya allí un lugar para hacerlo. La verdad es que bien todo y los bomberos saludando. ¡¡Todo el mundo sabe que TODOS los bomberos son caravaneros!!
Llegamos a Cee de nuevo, como el año pasado y una vez aparcado, no lo pensamos más y nos fuimos a O Club, como el año pasado, en donde dimos un buen repaso a lo que allí hacen y ponen.
Sin más dilación, seguimos camino y llegamos a Louro en donde NO HABÍA SITIO, (Dios, vaya verano con todo el mundo con caravanas y furgos!).
Wow! Anochece en la playa de Louro. Todo un lujo poder estar sentado en una roca, cenando mientras se pone el sol.
El caso es que -de nuevo- han habilitado un parking (es un campo, un prado) al lado del camping en donde poder aparcar y había un ciento de caravanas. Muchísimas. Fuimos a la playa, pero había mucho viento, muchas algas, mucho mar...un poco más desagradable que el año pasado en donde guardamos un muy buen recuerdo.
El día siguiente lo echamos en la playa también. Hacía mejor tiempo aunque, -para mi- no estaba para baños, claro.
Cenamos en el restaurante del camping como no podía ser de otra forma.
Al día siguiente a casa.